Edat Antiga en la Comunitat Valenciana
Época antigua
[[Archivo:guerrero de Mogente.jpg|thumb|right|150px|El guerrero de Mogente, escultura ibérica contestana del siglo IV o V a. C.]]
Pueblos prerromanos
El pueblo autóctono de la Comunidad Valenciana que se distingue frente a los posteriores colonizadores semíticos, griegos y romanos fueron los íberos, que se consolidaron en toda la fachada mediterránea comprendida entre el sur de Francia y el este de Andalucía. Al contrario de otras partes de España, en la región no hubo presencia celta.
Los íberos se dividían a su vez en diversos pueblos; en la zona sur de la Comunidad habitaban los contestanos, en el centro los edetanos, y en el norte los ilercavones. Aunque se conocen mal sus diferencias y similitudes, se sabe que estos tres pueblos íberos usaban la escritura en signario ibérico nordoriental.
Contestanos, edetanos e ilercavones mantuvieron relaciones comerciales marítimas con fenicios, griegos, y cartagineses, fundando los fenicios en la costa de la actual Guardamar del Segura la colonia de Herna.
La etapa romana
Según el tratado del Ebro firmado entre Roma y Cartago en el 226 a. C., las dos potencias mediterráneas se repartieron sus zonas de influencia respectivamente al norte y al sur del río Ebro. Con la fundación de Carthago Nova (Cartagena) por los púnicos en el 227 a. C., comienza una colonización progresiva cartaginesa del levante peninsular. [[Archivo:Hispania 1a division provincial.PNG|thumb|right|175px|Primera división de Hispania en dos provincias: Citerior y Ulterior]] [[Archivo:Hispania 2a division provincial.PNG|thumb|right|175px|División provincial de Augusto]] [[Archivo:Provincias de la Hispania Romana (Diocleciano).svg|thumb|right|175px|División provincial de Diocleciano en 298.]] El ataque cartaginés en el 219 a. C. a la ciudad íbera de Sagunto, aliada de la colonia griega de Massilia e indirectamente de Roma, fue el pretexto que sirvió de desencadenante para la Segunda Guerra Púnica entre cartagineses y romanos. Hispania se convirtió en uno de los teatros de las operaciones militares, lo que provocó que las tribus locales debiesen de pronunciarse como aliadas de una u otra potencia, mientras que se producía por primera vez la llegada de tropas romanas a Hispania y, tras la victoria romana en el 202 a. C., todo el litoral mediterráneo acabó sometido a la autoridad militar de Roma.
Bajo el dominio romano, los íberos se fueron integrando paulatinamente en la nueva organización política, económica y social y adquiriendo el latín como lengua; no existe constancia de revueltas indígenas como las que hubo en otras zonas íberas de España. La fundación, en el año 138 a. C. de Colonia Valentia Edetanorum, siendo cónsul romano Décimo Junio Bruto, dio origen a la ciudad de Valencia, mientras que la colonia íbera de Hélike fue ocupada y rebautizada como Colonia Julia Illici Augusta en el 27 a. C; estas dos fueron las únicas colonias romanas en la Comunidad.
Las ansias de la población autóctona de conseguir títulos romanos, tanto para las personas como para las ciudades, llevó a la división de la sociedad en clases. Las primeras ciudades en conseguir estatus jurídicos importantes fueron: Valentia, Illici Augusta (Elche), Saguntum, Bisgargis (¿el Forcall?), Edeta (Liria), Lucentum (anteriormente Leucant, Alicante), Saetabis Augusta (anteriormente Sitib, Játiva) y Dianium (Denia). A pesar de ello, las subdivisiones administrativas romanas de la Tarraconensis respetaron, en cierta medida, la anterior presencia territorial íbera de cada respectiva tribu, con las gobernaciones de Edetania, Contestania, e Ilercavonia.