Apuntes para una Gramática Valenciana Popular és el títul d'un llibre escrit per l'autor Josep Nebot i Pérez i publicat en l'any 1894.
Despuix de la mort de Constantí Llombart publicà els Apuntes para una gramática valenciana popular (1894) en l'objecte de contribuir a posar solució a l'anarquia ortogràfica que considerava ben negativa per al progrés de la llengua valenciana. Abans de publicar esta Gramática ya demostrà la preocupació que sentia per la falta d'un criteri ortogràfic en un artícul titulat ¿Quousque tandem?, publicat en el periòdic Las Provincias en l'any 1887 i reproduit precisament en l'obra citada. En ell comentava que demanar una solució per tal de conseguir un únic criteri ortogràfic era com una veu que clama en el desert, només escoltada en aquell moment per Llombart.
Josep Nebot comenta en el seu llibre l'anarquia ortogràfica existent en la llengua valenciana:
La anarquía que impera en el campo de la literatura valenciana es absurda, incomprensible y sin precedentes en ningua literatura del mundo.¿Quousque tandem?... Á los escritores valencianos
Títul: Apuntes para una Gramática Valenciana Popular
Autor: Josep Nebot i Pérez
Editorial: Ripollés, Impresor
Lloc i any: Valéncia, 1894
Al final de tota una vida d'estudi sobre la llengua valenciana i, alvançant-se a tots, Josep Nebot publicà el Tratado de Ortografía Valenciana Clásica en l'any 1910, obra que li prologà Teodor Llorente. Foren les primeres normes ortogràfiques de la llengua valenciana.
Josep Nebot també escrigué dos noveles i confeccionà el Catálogo de libros que componen la Biblioteca de la Facultad de Medicina de Valencia en l'any 1898.
Josep Nebot, comenta, entre atres coses, que existix una anarquia ortogràfica respecte a l'escritura del valencià i comenta de l'existència de dos escoles:
Si llamamos á las dos escuelas que se disputan el dominio de nuestra literatura, á la una castellana y á la otra catalana (y conste que no nos parecen apropiados estos apelativos; pero, puesto que hay que darles algún nombre para entendernos, creemos que éstos pueden servir perfectamente, pues dan una idea bastante clara de la tendencia respectiva de ellas), podemos decir que están con la primera el género dramático y el periodismo festivo,... y con la segunda el género lírico en sus diversas manifestaciones, y la historia representada por algunas memorias, biografías, etc., que apenas si logran salir de la sombra protectora con que las cobija Lo Rat-Penat.
En la escuela que hemos llamado catalana, pueden marcarse perfectamente tres agrupaciones: los arcaístas, los catalanistas propiamente dichos y los neo-lemosines. Llamamos arcaístas á los que pretenden escribir hoy el valenciano como se escribía en el siglo XV... No es difícil encontrar en escritos de hoy chor, quadro, quento, llunyadá, venerabil, realme, regina, inimich, palpebra, puix, car (porque), sua (seua), null, baslir, fonch (del verbo ser), trametre, embaucar (¿galicismo?), los numerales oncecent, dotcecents, etc... De los que llamamos catalanistas propiamente dichos, podíamos muy bien no ocuparnos en este artículo; aunque se les llama escritores valencianos, se rigen por los diccionarios, gramáticas y modelos catalanes, y no cambian jorn, aucell, papallona, dintre, altre, surtir, aixecar, ajáurer, etc., etc., por dia, pardal, paloma, dins, atre, eixir, alçar i gitar... aunque los emplumen. Algunos de éstos creen (y lo dicen francamente) que la literatura valenciana y la catalana deben ser una sola. Y llamamos finalmente neo-lemosines, á los que siguiendo la antigua gramática lemosina, prestan no obstante cierta conformidad á las innovaciones filológicas de nuestro pueblo, si bien procurando acomodarlas á las reglas y preceptos gramaticales. Si los pocos (aunque buenos generalmente) que forman este grupo, lograran ponerse de acuerdo, pues no lo están en absoluto, y se dedicaran al oficio de catequista, tal vez en poco tiempo pudieran hacer más de lo que ellos mismos creen, sirviendo de centro (puesto que ocupan el término medio), al que pudieran converger los grupos extremos,...
Y vamos ya á entrar en la parte más lastimosa de este asunto; es decir, vamos á tratar de lo que llamamos escuela castellana. Pertenecen á esta escuela como antes hemos dicho, todas las obras dramáticas y la prensa periódica, y pretenden sus adeptos escribir el valenciano "tal cóm se parla en lo día" Empezaron a suprimir la tj y la g valencias, poniendo en su lugar la ch castellana, y escribieron michana, llech, ròch: suprimieron la h final, y escribieron Vic, pòc, puc: cambiaron la ç y la c por la s, y la ny por la ñ, como en donsaina, resar, onse, añ, caña, señal, y no han sustituido la v con la b, escribiendo Balensia y Bisent..., tanto se empeñaron en hablar como el pueblo, que han llegado á hablar como el populacho: ábrase, en prueba de esto, cualquier comedia ó periódico valenciano, y no tardarán en encontrarse voces como sènsia, ascomensar, anteniment, etc., etc., crímenes gramaticales como t'anunsiat, m'arrimat, s'en anem, se quedem, s'han acalorat, etc., y sobre todo barbarismos ortográficos, como diro, fero, en vez de dirho, ferho; ma donat, sa dit, por m'ha donat, s'ha dit; nou fa ó n'ou fa por no ho fa (ó no hu fa si se quiere); da tres pesetes por d'á tres pesetes, y otros mil, que hacen formar muy pobre idea de quien los usa... Francamente, señores, eso no es escribir como se habla; eso es simplemente escribir mal.