Helen Adams Keller (Alabama, 27 de juny de 1880 - Connecticut, 1 de juny de 1968 en 87 anys) fon una escritora, oradora i activista política sordocega estadounidens. A l'edad de 19 mesos, patí una greu enfermetat que li provocà la pèrdua total de la visió i l'audició. La seua incapacitat per a comunicar-se des de temprana edat fon molt traumàtica per a Helen i la seua família, per lo que estigué pràcticament incontrolable durant un temps. Quan cumplí set anys, sos pares decidiren buscar una instructora i fon axina com l'Institut Perkins per a Cegos els enviaren a una jove especialista, Anne Sullivan, que s'encargà de la seua formació i logrà un avanç en l'educació especial. Continà vivixquent al costat de Sullivan fins a la seua mort en 1936.

Después de graduarse de la escuela secundaria en Cambridge, Keller ingresó en el Radcliffe College, donde recibió una licenciatura, convirtiéndose en la primera persona sordociega en obtener un título universitario.[3] [4] Durante su juventud, comenzó a apoyar al socialismo y en 1905, se unió formalmente al Partido Socialista.[5] A lo largo de toda su vida, redactó una multiplicidad de artículos y más de una docena de libros sobre sus experiencias y modos de entender la vida, entre ellos La historia de mi vida (1903) y Luz en mi oscuridad (1927).[1]

Keller se convirtió en una activista y filántropa destacada; recaudó dinero para la Fundación Americana para Ciegos, fue miembro del Industrial Workers of the World[6] —donde escribió desde 1916 a 1918— y promovió el sufragio femenino, los derechos de los trabajadores, el socialismo y otras causas relacionadas con la extrema izquierda, además de ser una figura activa de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles tras cofundarla en 1920. En 1924, se apartó de la actividad política para enfocarse en la lucha por los derechos de las personas con discapacidades y realizó viajes por todo el mundo ofreciendo conferencias hasta 1957. Por sus logros, el presidente estadounidense Lyndon Johnson le otorgó la Medalla Presidencial de la Libertad en 1964.[7] Desde 1980, por decreto de Jimmy Carter, el día de su natalicio es conmemorado como el «Día de Helen Keller».[8] Su vida ha sido objeto de variadas representaciones artísticas, tanto en cine, teatro y televisión, destacándose particularmente The Miracle Worker.