{{Cita|''No puede dejar de interesarse por aquel texto que tanto había de apasionar a nuestros eruditos, las 'Trobes', de Jaume Febrer, y en las notas críticas a la Bibliotheca Hispana Vetus, en el tomo II, impreso en 1788, inicia 'la hipótesis, de los dos Febrers, uno del siglo XIII y otro del XIV', añadiendo que el carácter moderno de la lengua en que las 'Trobes' aparecen escritas pudo ser efecto de sucesivas alteraciones del texto antiguo, atribuyendo la principal culpa de las mismas a Onofre Esquerdo (Ribelles, Bibliografía, III, página 350)''|'Breu historia de la Llengua Valenciana', recopilació feta per Francesc Moreno, 1995}}
{{Cita|''No puede dejar de interesarse por aquel texto que tanto había de apasionar a nuestros eruditos, las 'Trobes', de Jaume Febrer, y en las notas críticas a la Bibliotheca Hispana Vetus, en el tomo II, impreso en 1788, inicia 'la hipótesis, de los dos Febrers, uno del siglo XIII y otro del XIV', añadiendo que el carácter moderno de la lengua en que las 'Trobes' aparecen escritas pudo ser efecto de sucesivas alteraciones del texto antiguo, atribuyendo la principal culpa de las mismas a Onofre Esquerdo (Ribelles, Bibliografía, III, página 350)''|'Breu historia de la Llengua Valenciana', recopilació feta per Francesc Moreno, 1995}}
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{{Cita|''Apócrifas, como es sabido, las “Trobes de Jaume Febrer” son una obra literaria escrita en idioma valenciano del 1670. Onofre Esquerdo entregó el manuscrito autógrafo al historiador Joseph Ortí y Mayor, el cual lo cedió al erudito Vicent Ximeno para que comprobara la autenticidad del texto. El análisis léxico y sintáctico, la fantasía de los hechos narrados y la ausencia de referencias al manuscrito antes de 1680 indicaba su modernidad. [...] Respecto a las Trobes, cada copia posterior a la de Ximeno sustituía vocablos del XVII por arcaismos que, supuestamente, acercaban el texto al original que nunca existió. Si el manuscrito de 1759 dice: “aquelles tres isles” (prolec, v.39), la edición mallorquina lo transforma en “aquelles tres illes” (Trovas. Palma, 1848). Pese a estas alteraciones, las Trobes constituyen una pieza valiosa en lengua valenciana, superior a la equivalente catalana del “Libre dels feyts d'armes de Catalunya”, falsificación de 1680 que Martí de Riquer considera “la obra en prosa más importante de la decadencia”, (H. Lit.Cat.1985). En catalán, seguro; pero es una piltrafilla comparada con las escritas en idioma valenciano, sean las Trobes o la Rondalla de Galiana. Por cierto, los valencianos denunciaron el anacronismo de las Trobes en el XVIII, mientras que los catalanes presumieron del “Libre dels feyts” hasta 1948, cuando les fue imposible mantener el timo. [...] Los intelectuales del Reino poseían un idioma propio, el valenciano, que iban modelando léxica y sintácticamente. En esta tarea participaron académicos como Ximeno y Mayans, catedráticos como Rebollida y escritores como Ortí y Mayor. Todos se sentían orgullosos de la existencia de la lengua valenciana y de una personalidad nacional que abarcaba del Cenia al Segura.''|'Les Trobes de Febrer' (''[[Diario de Valencia]]'', 21.10.2001) per [[Ricart Garcia Moya]]}}